Durante la infancia, la evolución de la boca sufre grandes cambios: erupción de los dientes de leche, caída de los dientes de leche, erupción de los dientes permanentes, etc. Cada momento necesita un cuidado específico, por ello, para el mejor cuidado bucal de los niños es importante adaptar los cuidados e higiene bucal de cada edad.
Entre los 0 años y los 2 años tiene lugar la primera erupción dental, que dará lugar a la dentición temporal o dientes de leche.
El proceso de la erupción dental puede producir sintomatología pocos días antes, conocida como gingiVITIS marginal inespecífica, que cursa con la encía algo hinchada y enrojecida y la aparición de una línea blanquecina donde se va a producir la perforación.
Mayor producción de saliva
Enrojecimiento e inflamación de las encías
Mayor inquietud e irritabilidad
Dificultad para dormir
Tendencia a introducirse los dedos, puños u objetos duros en la boca, aunque no siempre le calmará
Es importante estar atento a estos signos ya que para que los niños desarrollen unos dientes sanos, es esencial iniciar y mantener una correcta higiene bucal desde una edad muy temprana, incluso antes de que los primeros dientes sean visibles. Para ello se pueden utilizar productos específicos para ayudar al cuidado de encías y dientes durante la dentición, pero también es importante tener en cuenta los siguientes consejos:
No dejar al bebé acostado con el biberón cuando éste contenga líquidos que no sean agua, debido a que el acúmulo de azúcares durante largo tiempo favorece la aparición de caries sobre la dentición decidua.
Evitar la contaminación por saliva de padres a hijos con gestos tan sencillos como limpiar el chupete con nuestra boca o soplar directamente sobre su comida para enfriarla ya que pueden transmitirles bacterias cariogénicas.
Evitar mojar el chupete en sustancias dulces (p.ej. azúcar).
Evitar el consumo y el uso de productos que contengan azúcares.
Cuando aún no hay dientes
Aparición de los primeros dientes
Para prevenir la aparición de caries y los problemas derivados de la misma, se deben cepillar los dientes desde el momento en que erupcionan
A esta edad puede aparecer la llamada Caries Temprana de la Infancia (CTI), antes conocida como caries del biberón o caries rampante. La CTI se define como todas las caries que afectan a la dentición primaria de los niños (no sólo aquellos relacionados con el uso del biberón), hasta los 71 meses de edad, siendo su mayor incidencia entre los 13 y los 24 meses. Es el patrón más agresivo y destructivo con la dentición decidua.
La primera etapa de la caries es la aparición de la caries incipiente, en forma de mancha blanca. Se recomienda levantar el labio superior del bebé al menos una vez al mes para poder detectar posibles manchas blancas. En caso de detección, se recomienda acudir inmediatamente al odontopediatra para detener su avance.
En cualquier niño es fundamental proteger y favorecer el crecimiento de unos dientes de leche sanos y bien cuidados, ya que de ello depende que pueda masticar o hablar correctamente en la edad infantil. Además, los dientes de leche también son los responsables de mantener el espacio suficiente para la salida de los dientes definitivos. Si se pierde un diente de leche de forma temprana, los adyacentes pueden moverse hacia el espacio edéntulo (sin diente), lo que puede provocar falta de espacio para la salida de los dientes definitivos. Esta situación puede causar malposición de los dientes definitivos (erupción de los dientes permanentes apiñados o torcidos).
Además, los dientes de leche tienen menor grosor de esmalte y dentina, por lo que en caso de caries, ésta progresará más rápido y afecta al tejido nervioso (pulpar) más deprisa que en los adultos.
Una correcta higiene bucodental en esta etapa es esencial para evitar la acumulación de placa bacteriana (biofilm), principal responsable de la formación de caries y enfermedades periodontales. A esta edad la caries temprana es la enfermedad infecciosa bucal más frecuente. Para prevenir la aparición de caries es importante evitar una elevada exposición a alimentos con alta cantidad de azúcar y mantener una correcta higiene bucal con productos adaptados a la edad del niño.
Realizar el cepillado dental dos veces al día, preferentemente después de la comida y antes de irse a dormir, con productos que se adapten a las necesidades del niño en esta etapa:
Cepillo de dientes
Acompañar el cepillado de un gel dentífrico utilizando la cantidad del tamaño de un guisante. A partir de los 2 años se recomienda la utilización de flúor para ayudar a remineralizar el esmalte y prevenir la caries dental:
Gel dentífrico
Lo importante a esta edad es que el niño aprenda a cepillarse aunque siempre con la supervisión y acabado del adulto. Pueden utilizarse reveladores de placa para controlar la eficacia del cepillado. Según la edad y el desarrollo psicomotriz del niño se aconsejan las siguientes técnicas
La técnica de cepillado que realicen los niños a edades tempranas, hasta los tres años, puede ser una técnica horizontal o técnica de zapatero en la cual se realiza un movimiento horizontal del cepillo sobre las caras de los dientes. Los filamentos se colocan en un ángulo de 90º sobre la superficie vestibular, linguo-palatina, y masticatoria de los dientes y se realizan una serie de movimientos repetidos de vaivén sobre toda la arcada. La cavidad bucal se divide en sextantes y se deben realizar unos 20 movimientos por cada sextante. Para las superficies vestibulares las arcadas se encuentran en oclusión. Hay que tomar precauciones para que no se realice muy fuerte ya que pueden favorecerse abrasiones.
A partir de los tres años puede utilizarse la técnica de Fones que es igual que la anterior, técnica horizontal, pero con movimientos rotatorios, y la técnica de Leonard que consiste en realizar movimientos verticales.
A partir de esta edad suele comenzar a erupcionar la dentición permanente. Desde esta edad y hasta los 12 años, los niños presentan lo que se conoce como dentición mixta: “conviven” en la boca tanto dientes deciduos como dientes permanentes. Este proceso se produce fundamentalmente en dos fases:
En una primera fase, que ocurre entre los seis y los ocho años, se produce el recambio de los cuatro incisivos inferiores y los cuatro incisivos superiores (centrales y laterales). Hay que destacar que en esta fase erupcionan los primeros molares permanentes y lo hacen detrás del último molar temporal, que aún no se ha caído. Esto puede implicar que la erupción de este diente pase desapercibida. Además hasta que no entra en oclusión con su homólogo de la otra arcada, la superficie oclusal es propensa a retener alimentos por su anatomía bien marcada. Si no hay una buena higiene durante esta fase, el riesgo de caries para este diente es muy alto. Es muy común realizar sellados de fisuras sobre estos molares para evitar la formación de caries.
En una segunda fase, entre los diez y doce años, se produce el recambio del resto de los dientes (caen los caninos y los molares temporales y salen caninos definitivos y premolares). También se produce la erupción de los segundos molares definitivos, aproximadamente a los 12 años de edad, por detrás de los primeros molares permanentes.
Los terceros molares, también llamados cordales o muelas del juicio, no siempre erupcionan y cuando lo hacen suele ser posteriormente, entre los 17 y los 21 años.
Es importante destacar que no se indica ninguna fecha de caída o pérdida de los dientes definitivos, ya que los dientes, si se cuidan bien (manteniendo una buena higiene y acudiendo periódicamente a la clínica dental), tienen que durar toda la vida.
Conforme va erupcionando la dentición permanente, es posible que se requiera tratamiento ortodóntico no solo para mejorar la estética sino también para corregir problemas como la alineación de los dientes, la fonación o la oclusión de las arcadas dentarias, que a su vez puede prevenir problemas mayores. Tan solo se usará ortodoncia fija en aquellos niños que ya tengan la dentición permanente completa.
La principal patología en esta época sigue siendo la caries. 1 de cada 3 niños tiene caries a esta edad. La pérdida de dientes temporales y la erupción de los definitivos conlleva que durante algunos periodos cortos de tiempo tengamos brechas edéntulas (espacio entre dos dientes por la pérdida de uno intermedio), por lo que hay que prestar especial atención a la higiene de estas caras para evitar que se acumule la placa en esta zona que pueda dar lugar a caries. También es recomendable prestar atención a la higiene interdental, ya que puede originar la aparición de caries interdentales o de gingivitis.
Aunque los dientes definitivos puedan no haber erupcionado todavía, a partir de esta edad los dientes permanentes ya están formados. Por ello, es recomendable aumentar la concentración de flúor en las pastas dentífricas. A esta edad, el riesgo de fluorosis es mínimo. La fluorosis se produce cuando se incorpora demasiado flúor (normalmente por la ingesta de flúor sistémico por la fluoración de las aguas) al esmalte de los dientes, obteniendo como resultado el contrario al esperado: un debilitamiento del esmalte. Por tanto, como los dientes permanentes ya están formados, se recomienda usar 1-2 cm de gel dentífrico con 1450 ppm de flúor. Esta concentración es la recomendada en las guías de la Academia Europea de Odontología Pediátrica (por sus siglas en inglés EAPD).
Además, de la caries, el sangrado de encías suele ser un problema muy común que afecta a 1 de cada 3 niños, y el cálculo (sarro) en 1 de cada 5.
Es importante tener en cuenta que durante esta edad se produce la dentición definitiva, con lo que las encías pueden estar inflamadas.
Una correcta higiene bucodental en esta etapa es esencial para evitar la acumulación de placa bacteriana (biofilm), principal responsable de la formación de caries y enfermedades periodontales.
Realizar el cepillado dental dos veces al día con productos que se adapten a las necesidades del niño en esta etapa
Cepillo de dientes
Acompañar el cepillado de un gel dentífrico utilizando la cantidad del tamaño de un guisante.
Gel dentífrico
A estas edades los niños ya tienen un correctos desarrollo psicomotriz, por este motivo, las técnicas de cepillado recomendadas son más adecuadas y enfocadas a una óptima eliminación del biofilm bucal.
Técnica de Rolling o barrido en que el cepillo se dispone sobre el margen de la encía a unos 45º y se hace un barrido hacia la cara oclusal. Se puede tratar de enseñar al niño la importancia de la técnica de Bass. Es una técnica más difícil que a la que estarán acostumbrados pero a la larga ayudará a prevenir enfermedades de las encías. Para ello, se debe colocar el cepillo en el margen entre encía y diente y realizar barridos en dirección de la encía al diente (se puede explicar para que lo entienda mejor: del rojo al blanco). Hay que remarcar que no es necesario realizar una presión excesiva, para evitar recesiones en las encías, y la importancia de pasar por todos los dientes. Se debe tratar de conseguir que el cepillado dure dos minutos. Para ello, existen numerosos juegos, canciones, apps, etc. para asociar el cepillado a un momento divertido y poder lograr esta duración.
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